
La moda australiana en Eurovisión ha sido más que un simple símbolo desde que el país comenzó a participar en el certamen. A lo largo de los años, Australia ha dejado su propia huella en la pasarela eurovisiva, con looks que han desafiado las expectativas y han reflejado la identidad única del país. Este artículo, que sirve como segundo capítulo de una serie dedicada a la moda en Eurovisión, analizará la contribución de Australia al estilo del festival. El primer capítulo, publicado anteriormente, se centró en las seis décadas de la pasarela eurovisiva y servirá como punto de referencia para este análisis.
La moda australiana en Eurovisión ha sido de lo más variada a lo largo de los años. Los artistas que representan a Australia suelen traer una mezcla de estilos que dejan claro lo diversa y creativa que es su cultura.
Hemos visto de todo: desde trajes elegantes y clásicos hasta looks súper atrevidos y llenos de color. ¿Te acuerdas de 2016, cuando Dami Im cantó "Sound of Silence"? Llevaba un vestido blanco súper elegante y sofisticado que se ganó un montón de elogios por su estilo simple pero impactante.
En años siguientes, otros representantes de Australia también han apostado por atuendos modernos y con mucha personalidad, usando colores vibrantes y diseños únicos que reflejan perfectamente la onda australiana.
Jessica Mauboy conquista Eurovisión con un look dorado
En su debut en Eurovisión, Jessica Mauboy apostó por el reconocido diseñador australiano Mikey Ayoubi, quien es conocido por sus creaciones elegantes y llamativas. La cantante lució un impresionante vestido dorado, diseñado especialmente para la ocasión, con un corte sirena que acentuaba perfectamente su figura. Este vestido destacaba no solo por su color brillante, sino también por su sofisticado corte sirena que resaltaba cada detalle de su estilizada silueta. Además, el vestido contaba con una abertura lateral delantera que se extendía de manera audaz y elegante debajo de un gran lazo delantero. Este lazo, magistralmente colocado, se ceñía de manera impecable sobre la cintura, logrando un toque sofisticado y femenino. La parte trasera del vestido también era espectacular, con una larga cola de corte asimétrico que aportaba un movimiento fluido y dramático al andar. Por si fuera poco, el corpiño del vestido se caracterizaba por incluir picos pronunciados, que le daban al diseño un aire moderno y vanguardista, a la altura de un evento tan importante como el Festival de Eurovisión.
Jessica, fiel a su estilo glamuroso, actuó con un zapato dorado y transparente, que complementaba perfectamente su vestuario y aportaba un toque adicional de sofisticación. Además, su peinado no pasó desapercibido: una larga melena ondulada que caía con gracia por sus hombros, aportando un aire de elegancia y naturalidad al conjunto. La escenografía también jugó un papel clave en su actuación, incorporando potentes ventiladores que, aunque le jugaron alguna mala pasada moviendo su cabello, no lograron distraer a la cantante ni un segundo. Jessica Mauboy demostró una gran profesionalidad al mantenerse completamente impasible y concentrada durante su presentación. Su actuación estuvo impregnada de un toque indígena y futurista que logró cautivar al público, quienes disfrutaron cada segundo. Sin lugar a dudas, Jessica Mauboy, la chica dorada, brilló como nunca, mostrando con seguridad que era la absoluta dueña del enorme escenario de Eurovisión, dejando una huella imborrable en el evento.
Guy Sebastian, Eurovisión 2015
Guy Sebastian deslumbró con majestuosidad en el escenario de Eurovisión 2015, dejando una huella imborrable en el icónico evento musical. Su aparición estuvo marcada por un atuendo que redefinió por completo el concepto de 'gentleman' en la era moderna del festival, estableciendo nuevos estándares de elegancia y estilo. El look de Sebastian fue una combinación perfecta de elementos clásicos, cuidadosamente seleccionados, con toques vanguardistas que lograron cautivar la atención de cada espectador, convirtiéndolo en un auténtico ícono de estilo y sofisticación.
El vestuario de Sebastian se componía de los siguientes elementos distintivos:
- Sombrero de ala ancha color mostaza, con ese aire vintage que nunca pasa de moda, irradiando un estilo atemporal y una elegancia única, mezclando lo clásico con un toque moderno que se adapta a cualquier ocasión.
- Camisa blanca informal, ligeramente desfajada, que brindaba un aire casual, fresco y relajado, logrando un equilibrio perfecto con el resto del conjunto mediante un toque desenfadado y natural que no pasa desapercibido.
- Pantalón del mismo tono que el sombrero, logrando así crear una línea visual armoniosa que conecta cada elemento del conjunto y aporta una mayor sensación de continuidad en la paleta de colores elegida.
- Americana de terciopelo azul oscuro, que destacaba como la pieza más distintiva del conjunto y que, gracias a la firma de Armani, aportaba un nivel inigualable de elegancia y sofisticación.
- Pañuelos multicolor en picos que sobresalían del bolsillo superior de la americana, agregando un toque de originalidad y dinamismo al atuendo, un detalle que realzó el carácter vibrante del look.
- Tocado de plumas en la solapa, que sumó un elemento de sofisticación y creatividad, aportando un toque distintivo que destacó el carácter único y exclusivo del conjunto, realzando su elegancia.
- Corbata granate con pinza, que introdujo un toque formal, elegante y refinado, elevando notablemente el estilo y complementando a la perfección la armonía cuidadosamente lograda del look general.
- Pequeña rosa morada en el centro de la corbata, un detalle inesperado que agregó un toque personal y simbólico, convirtiendo el atuendo en algo verdaderamente memorable
Sebastian no solo destacó por su increíble voz, sino también por su impecable sentido de la moda. Su outfit logró ese equilibrio perfecto entre elegancia clásica y toques modernos con mucha actitud, mostrando lo que significa ser un verdadero 'gentleman' en esta nueva era eurovisiva.
El 'street style' fue la gran tendencia en Eurovisión 2015, y Sebastian se convirtió en uno de sus mayores representantes. Su look no solo lo puso en el radar como un auténtico ícono de estilo, sino que además encajó a la perfección con su actuación impecable. Sin duda, dejó su huella como una de las figuras más recordadas de ese año.
Y no podemos olvidar al ganador de esa edición, Måns Zelmerlöw de Suecia, que también apostó por un estilo similar. Esto dejó muy claro que Eurovisión estaba abrazando una estética más moderna y urbana. ¡Un cambio de aires que me encanta!
Dami Im conquista Eurovisión 2016 con una actuación memorable
Estocolmo, Suecia se llenó de emoción en 2016 durante el 61º Festival de la Canción de Eurovisión, uno de los shows musicales más esperados y famosos del planeta. Dami Im, una cantante súper talentosa y carismática que nació en Corea del Sur pero vive en Brisbane, Australia, tuvo el enorme honor (y peso) de representar a su país con la poderosa balada "Sound of Silence". Esta canción llegó directo al corazón de millones de personas.
Desde el primer segundo, su actuación dejó a todos con la boca abierta. Dami deslumbró luciendo un vestido blanco espectacular, creado especialmente para ella por el famoso diseñador australiano Steven Khalil. El vestido tenía un corte elegante y sutilmente sexy, que resaltaba su figura con mucha clase. Pero eso no es todo, llevaba una abertura frontal que le daba un aire dramático, y cristales brillantes decorando la parte superior y el hombro derecho, haciendo que las luces del escenario jugaran con cada movimiento. ¡Brillaba como una estrella, literal!
El look no se quedó ahí. Dami completó su outfit con un brazalete de pedrería que era una pasada, cubriendo medio brazo con un diseño elegante lleno de detalles, sostenido con gomas transparentes para que no molestara ni un poco. Y ni hablar de los zapatos, también diseñados por Khalil. Eran perfectos, con cintas de texturas diferentes y detalles de pedrería que encajaban perfectamente con el resto del look. Definitivamente, cada parte de su vestuario estaba pensada al detalle.
La puesta en escena fue una maravilla total, con cada detalle sumando al impacto visual y emocional. El maquillaje, por ejemplo, era impecable, resaltando los preciosos rasgos de Dami con un balance ideal entre delicadeza y dramatismo. Todo estaba en su punto: la voz alucinante de Dami, la canción que tocaba fibras, la escenografía perfectamente planeada y, por supuesto, el vestuario de ensueño. El resultado: un segundo puesto súper merecido, quedándose a solo tres puntitos del ganador. ¡Qué cerca estuvo de llevarse la corona!
La actuación de Dami Im en Eurovisión 2016 fue un momento histórico para Australia, marcando un antes y un después en la participación del país en el festival. Su elegancia única, su talento increíble y su carisma aplastante la convirtieron en una de las artistas más recordadas y queridas de esa edición. Sin duda, dejó una marca imborrable en el corazón de los fans de Eurovisión.
Isaiah Firebrace. Un toque de elegancia en Eurovisión 2017
Su atuendo, diseñado cuidadosamente por el reconocido Alex Perry, reflejó a la perfección la esencia profunda y emotiva de la canción. Isaiah lució un impecable pantalón negro de pinza, que aportaba un aire de sofisticación, combinado con una camiseta de algodón negra de cuello amplio, que le daba un toque moderno y desenfadado. La pieza principal del conjunto era una espectacular chaqueta levita de seda con tonos negros y azules, que no solo resaltaba por sus detalles brillantes, sino que también agregaba un halo de refinamiento y sofisticación al conjunto. El estilismo se completaba con un par de elegantes zapatos negros con detalles en charol, que sumaban un acabado pulido y un punto de distinción al look global del cantante.
La apuesta por la sencillez demostró ser un acierto total y contundente, ya que logró mantenerse en perfecta armonía con la intensidad de la canción y la personalidad auténtica de Isaiah. El diseño de Alex Perry consiguió un equilibrio magistral entre elegancia y comodidad, logrando que el cantante se sintiera completamente cómodo en el escenario. Esto le permitió moverse con total libertad, lo que se tradujo en una interpretación llena de emociones genuinas y una conexión poderosa con el público.
La actuación de Isaiah Firebrace en Eurovisión 2017 resultó ser una grata y refrescante sorpresa tanto para el público como para la crítica especializada. Su impresionante talento vocal, combinado con su carisma arrollador y su naturalidad sobre el escenario, lo posicionaron como uno de los artistas más destacados y memorables de aquella edición del festival musical, dejando una huella difícil de olvidar.
Jessica Mauboy: Brillando con luz propia en Eurovisión 2018
En 2018, Jessica Mauboy regresó a Eurovisión con la firme intención de conquistar al público una vez más y dejar una huella imborrable en el escenario de este icónico festival. La artista australiana interpretó la canción "We Got Love", un tema contagioso, lleno de energía y cargado de mensajes positivos que invitaban a la celebración de la unidad y el amor.
Su vestuario, cuidadosamente diseñado por Mikey Ayoubi, fue una de las grandes sorpresas de la noche y logró captar la atención de todos los presentes. Jessica lució un vestido corto con un corte similar al que lució en 2014, cuando Australia debutó en el festival, ganándose el corazón de los eurofans con su estilo y carisma. En esta ocasión, el vestido estaba adornado con lentejuelas en tonos azules, morados y dorados, que brillaban intensamente y parecían cobrar vida bajo las potentes luces del escenario, creando un efecto visual deslumbrante.
La elección del vestuario fue un acierto total y destacó como un elemento clave en su actuación. Las lentejuelas no solo aportaban un toque de glamour y sofisticación al atuendo, sino que también reflejaban de manera perfecta la alegría, la energía y la esencia de la canción. Jessica Mauboy se movió con gran soltura y seguridad en el escenario, desplegando todo su carisma y contagiando al público con su entusiasmo y vitalidad.
La actuación de Jessica Mauboy en Eurovisión 2018 fue una verdadera fiesta para los sentidos y un espectáculo memorable. Su voz potente, su carisma natural y su energía desbordante la convirtieron en una de las artistas más destacadas de esa edición del festival. Su vestuario, cuidadosamente concebido y ejecutado, jugó un papel clave en su éxito, consolidándola como una artista completa, versátil y con un gran potencial tanto a nivel vocal como visual.
El vestido de Jessica Mauboy en Eurovisión 2018 generó opiniones divididas y fue tema de debate entre los seguidores del festival. Algunos lo consideran un acierto por su estilo pop, glamoroso y lleno de energía, que conectaba perfectamente con la temática de la canción. Otros, sin embargo, lo consideran un error por ser demasiado llamativo y quizás poco apropiado para el contexto de un festival con tanta diversidad de estilos como Eurovisión.
Es innegable que el vestido tiene un alma pop que no pasa desapercibida. Las lentejuelas azules y el corte ajustado evocan los diseños que suelen llevar artistas como Jennifer Lopez o grandes nombres de la industria de la moda. De hecho, si Balmain o Versace hubiesen firmado el diseño, probablemente habría recibido una mejor acogida y mayor reconocimiento entre los críticos de moda.
Sin embargo, el contexto de Eurovisión es diferente, y el festival destaca precisamente por su diversidad tanto en estilos musicales como en propuestas visuales. En este sentido, el vestido de Jessica Mauboy puede parecer demasiado llamativo, algo que podría restarle originalidad o impacto frente a otras propuestas más arriesgadas y menos convencionales.
A pesar de las críticas, hay que aplaudir el atrevimiento de Jessica Mauboy. La artista australiana demostró una gran personalidad y no se conformó con un vestido convencional, apostando por un diseño que refleja su esencia, su personalidad vibrante y su inigualable energía, algo que sin duda la hace destacar.
En definitiva, la valoración del vestido de Jessica Mauboy depende de la perspectiva de cada uno. Para algunos, será un acierto por su estilo pop y audaz; para otros, un error por ser excesivamente llamativo y quizás poco acorde a las expectativas del festival.
Detalles adicionales sobre el vestuario:
- El vestido era cortito, con un diseño delicado y un corte elegante que dejaba lucir por completo las piernas largas y estilizadas de Jessica Mauboy.
- Hecho de crepe de seda azul, tenía más de 15,000 lentejuelas en tonos morados, dorados y sobre todo azules, que brillaban increíblemente bajo las luces del escenario.
- Lo combinó con unos zapatos súper elegantes de piel de napa azul, decorados con cristales Swarovski y con unos lazos enormes en la parte trasera que le daban el toque perfecto de estilo.
Kate Miller-Heidke: Una diosa celestial en Eurovisión 2019
En el año 2019, el Festival de Eurovisión se llenó de riqueza en vestuario y creatividad escénica, pero entre todos los talentosos artistas participantes, una destacó por encima del resto: la representante de Australia, Kate Miller-Heidke. Su atuendo celestial, una obra maestra en diseño y estética, la convirtió en una figura angelical que deslumbró al público, dejándolos maravillados, y la catapultó como una de las artistas más memorables de aquella edición. Su imagen quedó grabada como uno de los momentos icónicos del popular certamen europeo.
El vestido, diseñado por el reconocido Steven Khalil, era una oda a la elegancia y la simplicidad, una combinación que logró captar la atención de todos. Confeccionado en un deslumbrante crepé de seda blanco, destacaba por una falda amplia y fluida que se movía con una gracia casi sobrenatural al ritmo melódico de la música. El escote en V y las mangas largas y ajustadas no solo acentuaban su figura, sino que también contribuían a crear una silueta etérea y sofisticada, evocando la imagen de un ser celestial. La confección de este vestido requirió más de 100 horas de trabajo minucioso, y para "combinar con el estado de ánimo" de la actuación, Khalil seleccionó cuidadosamente "tul metálico y organza transparente", materiales que lograron un efecto celestial único, brillando de manera hipnótica bajo las luces espectaculares del escenario.
El tocado corona, diseñado por el prestigioso Ford Millinery, era una pieza delicada y brillante que completaba con magnificencia el look angelical de Miller-Heidke. Hecho a mano con esmero y decorado con cristales Swarovski, este tocado no solo complementaba su atuendo, sino que también le daba un toque de realeza que acentuaba su elegancia. Este accesorio le otorgaba a su presencia escénica un aura única, resaltando su carisma y reforzando su protagonismo en el escenario de una manera inolvidable.
El atuendo de Miller-Heidke no solo fue visualmente impactante, sino que también complementó a la perfección su actuación, logrando una perfecta armonía entre el arte del vestuario y el rendimiento musical. La fluidez del vestido la acompañaba en sus movimientos coreografiados mientras cantaba balanceándose sobre una percha, creando una ilusión de ingravidez que simulaba la gravedad en el espacio. Al mismo tiempo, el tocado corona, con su diseño radiante, le daba un aire de majestuosidad, elevando su presencia a un nivel celestial que cautivó a los espectadores y dejó una huella imborrable en el certamen.
En definitiva, la actuación de Kate Miller-Heidke en Eurovisión 2019 fue una experiencia única e inolvidable. Su voz poderosa, su talento interpretativo, y su atuendo celestial se combinaron a la perfección para crear un momento mágico y trascendental que quedará grabado para siempre en la memoria de los eurofans. Este instante especial fue mucho más que una simple actuación; fue una muestra de arte, creatividad, y emoción que marcó un antes y un después en la historia del festival.
Detalles adicionales sobre el vestuario:
- El vestido estaba adornado con bordados de estrellas y lunas, reforzando la temática celestial de la actuación.
- Los zapatos que llevaba Miller-Heidke eran plataformas plateadas que le daban un toque de altura y dramatismo a su look.
- El maquillaje de la artista era natural y luminoso, destacando sus ojos azules y su sonrisa radiante.
Sin duda, Kate Miller-Heidke se convirtió en una de las estrellas más brillantes de Eurovisión 2019 gracias a su talento vocal, su arrolladora puesta en escena y su espectacular vestuario, que dejó una huella imborrable en la historia del festival.
2020: El año cero de Eurovisión
El año 2020 será recordado por siempre como el año cero en la historia de Eurovisión. Por primera vez desde su creación en 1956, el icónico festival se vio suspendido a causa de la pandemia de COVID-19, marcando un antes y un después para este importante evento musical que reúne a millones de espectadores en todo el mundo.
Sin embargo, la edición 2020 no ha pasado desapercibida. A pesar de no haberse celebrado de la manera tradicional en el escenario, la representante de Australia, Montaigne, logró dejar una huella imborrable con su canción "Don't Break Me", un himno de arte pop que aborda con emotividad un punto bajo en una relación, logrando conectar profundamente con quienes la escucharon.
En cuanto al vestuario, Montaigne lució un look único, distintivo y llamativo que reflejaba tanto la temática de su canción como su personalidad artística. Un simple pantalón negro de talle alto, confeccionado en terciopelo con texturas en las caderas, se combinaba con un top azul oscuro que destacaba por un cuello de tul blanco y azul. Este conjunto, junto a su cabello azul intenso y sus mejillas sonrosadas, hacía que pareciera un arlequín moderno, una figura que simbolizaba la fragilidad y la vulnerabilidad de la protagonista de su canción, llevando el mensaje de su música al plano visual.
La elección de este vestuario, inspirado claramente en el personaje Mr. Mime de la popular serie de televisión Pokémon, fue un guiño ingenioso a la cultura pop contemporánea y una forma original de mostrar la parte más divertida y desenfadada de la personalidad creativa de Montaigne.
Tras la cancelación de Eurovisión en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, Australia decidió confiar nuevamente en Montaigne como su representante en 2021. Este festival, que se celebró bajo estrictos controles de seguridad para prevenir posibles brotes, le dio a Montaigne una segunda oportunidad de demostrar su talento, aunque las circunstancias no estuvieron del todo a su favor y no pudo vivir la experiencia completa que esperaba.
A pesar de las dificultades, Montaigne no defraudó. Su actuación fue espectacular, llena de vitalidad y llenó de energía el escenario virtual. La cantante de art-pop decidió apostar por un look que era completamente diferente al que había presentado el año anterior, dejando claro que su evolución artística y su personalidad transgresora no conocen límites.
El vestuario, atribuido supuestamente al famoso diseñador Alex Perry, ya que Montaigne había sido modelo para él en ocasiones anteriores, era una oda a la sofisticación y un guiño al futurismo. Un conjunto blanco completo, compuesto por un pantalón y un bodi con aberturas en los costados y mangas abiertas en los hombros, se complementaba con un cinturón plateado con cadenas a juego, cuyas tiras ajustadas al pantalón realzaban su figura. Su cabello corto naranja y las estrellas de cristal que adornaban su frente terminaban de dar forma a un look tan llamativo como memorable que destacaba entre todos los demás.
Montaigne también resaltó gracias a su maquillaje, que destacó por un contorno de ojos marcado y sombras con iridescencias de colores vibrantes. Este fue un look hasta la fecha de lo más audaz enviado por Australia al festival, en el que además se percibieron claros guiños al colectivo LGTBIQ+, un detalle que la acercó a una gran parte del público.
Las botas blancas de media pierna, con punta hecha del mismo material que el cinturón y el aro que llevaba en el cuello, remataban un conjunto realmente perfecto para una actuación que resultó inolvidable y quedó grabada en la memoria de los seguidores del festival.
A pesar de no poder estar físicamente presente en el escenario, Montaigne logró cautivar y conquistar al público de Eurovisión 2021 con su talento innato, su energía desbordante y su look audaz y transgresor. Su actuación fue un verdadero homenaje a la creatividad y a la resiliencia, dejando en claro que la música no tiene fronteras ni limitaciones, y que el arte puede florecer incluso en las circunstancias más desafiantes.
Sheldon Riley mas que un diseño en Turin
En el año 2022, Sheldon Riley fue el representante de Australia en el festival celebrado en Turín. Quedó demostrado una vez más que cuando un diseño es excepcional, alcanza su máximo esplendor y se convierte en un elemento inolvidable del evento. ¿Qué tenía de especial ese vestuario? Todo, desde su originalidad hasta su ejecución impecable. Además, se estrenó una de las escenografías más imponentes en la historia del festival, junto con la introducción de un nuevo premio denominado “You’re a Vision”, que marcó un hito en el evento.
Es la primera vez que se otorga este premio, en lugar del tradicional Barbara Dex, que originalmente se entregaba al peor vestuario del festival. Este cambio reflejó una evolución hacia una celebración de la excelencia y la creatividad. En abril del 2022 se anunció la creación de los premios “You’re a Vision”, que celebran la creatividad y diversidad en la moda eurovisiva, destacando la innovación y el arte en los diseños presentados sobre el escenario. Estos premios buscan enaltecer el talento y la visión de los creadores de vestuario que desafían las normas y sorprenden a las audiencias.
El primer ganador de este premio fue el australiano Sheldon Riley, quien deslumbró con su estilo inconfundible y su presencia. Su vestuario, diseñado por el francés Alin Le’Kal, fue una parte esencial de su actuación, destacando especialmente su singular máscara de cristal. Alin Le’Kal creó un atuendo llamativo y elaborado para Sheldon: un conjunto de cinco piezas confeccionado en crepé blanco, pedrería y una larga cola adornada con plumas, mostrando un nivel de detalle y artesanía sin precedentes.
La parte superior del conjunto consistía en una chaquetilla corta abierta con mangas abullonadas y enormes hombreras, rematadas con puños estrechos y abotonados, que agregaban un aire de sofisticación. Debajo, llevaba una casaca del mismo tono y tenía un cuello de picos que añadía un toque dramático al conjunto. Las piezas más impresionantes se encontraban en la parte intermedia: unos pantalones amplios, parecidos a una falda, pero ajustados en la cintura con un semicorsé blanco bordado en pedrería negra, del que sobresalía una cola adornada con encaje, plumas y pedrería, que ocupaba aproximadamente 7 metros cuadrados y se extendía majestuosamente detrás de Sheldon, capturando la atención de todos los presentes.
El atuendo de Sheldon fue una verdadera obra de arte que complementó su actuación de "Not The Same". El diseño, que tomó casi 2,500 horas en crearse y contó con más de 90,000 perlas, cristales y plumas, pesaba unos impresionantes 38 kilogramos, un testimonio de la dedicación y esfuerzo depositados en cada detalle de esta pieza extraordinaria.
En su rostro, destacaba un maquillaje elegante que resaltaba su mirada, acompañado de una corona con malla que cubría casi por completo su rostro. La máscara de cristal de Sheldon, que se mantuvo en su rostro hasta casi el final de su actuación, fue diseñada por la Casa de Emmanuele y estaba hecha de cristales Swarovski, añadiendo un elemento de misterio y elegancia a su presencia en el escenario. Este detalle no solo embellecía su imagen, sino que también simbolizaba su mensaje artístico y personal.
Se sabe poco sobre el precio del conjunto creado por Alin Le’Kal, pero se asegura que fue uno de los más costosos en décadas de historia del festival. Un vestuario maravilloso que estuvo a la altura de la gala y dejó a todos boquiabiertos, consolidándose como una referencia en la historia de la moda eurovisiva y un ejemplo de cómo la pasión por el arte puede transformar un atuendo en un momento legendario.
Voyager, brillo entre bambalinas
Año 2023: Voyager llenó de brillo y personalidad el escenario de Liverpool con un llamativo look bicolor que combinaba el negro y azul de manera magistral, fusionándose a la perfección con el elegante y llamativo plateado de los brillantes. El diseño del traje, confeccionado en tres piezas, modernizaba el clásico estampado de pata de gallo, aportando un aire fresco y contemporáneo al conjunto, al tiempo que destacaban las grandes hombreras, un detalle que realzaba la presencia escénica de la banda. El pantalón, por su parte, no pasaba desapercibido, ya que se completaba con una especie de falda integrada, que añadía un interesante toque de volumen y movimiento, dotando al vestuario de una estética única y cautivadora.
En esta pasada edición, la opulencia habitual de otras propuestas quedó a un lado para dar lugar a un equilibrio más refinado y audaz en la representación de los artistas en el festival. Los cinco integrantes principales lucieron el mismo icónico estampado, que se reflejaba tanto en las chaquetas como en los pantalones, salvo, por supuesto, el caso particular de su vocalista Danny Estrin, quien sorprendió al optar por un conjunto completo confeccionado en el mismo estampado de pata de gallo. Este vestuario fue seleccionado cuidadosamente, mostrando una elección muy atinada, ya que no solo permitía a la banda mantenerse en sintonía con las tendencias actuales, sino que también garantizaba un notable confort y libertad de movimiento sobre el escenario, lo cual fue clave para su actuación en vivo. Todo estaba en armonía: la canción, la escenografía y el vestuario, generando una propuesta que resultaba ligeramente distinta de las opciones más convencionales que Australia había presentado en ediciones pasadas.
En el caso de Voyager en Eurovisión 2023, se destaca que el vestuario fue diseñado y confeccionado a medida, un esfuerzo creativo que surge de la propia banda o de los miembros de su talentoso equipo artístico y de diseño.
Australia en estado puro
En el Festival de Eurovisión 2024, Australia fue representada por el talentoso dúo Electric Fields, integrado por Zaachariaha Fielding y Michael Ross, quienes destacaron por su estilo único y su propuesta innovadora en el escenario. Durante su actuación, Zaachariaha Fielding llevó un vestido blanco elaborado con hilo plateado que no solo aportaba textura y brillo, sino que también estaba cuidadosamente diseñado para reflejar la luz de manera impactante, creando un efecto de arcoíris al inicio de la presentación. En su cabeza, destacaba un gran trenzado de pelo decorado con un turbante confeccionado de la misma tela que el vestido, el cual aportaba un estilo aborigen lleno de significado relacionado con su país de origen. Cabe mencionar que durante toda su actuación, no llevaba ningún tipo de calzado, lo que añadía un toque de autenticidad y arraigo cultural. Mientras tanto, Michael Ross también brilló sobre el escenario, luciendo un impresionante conjunto de dos piezas que incluía un chaleco cerrado con cremallera y un pantalón adornado con bordados en plata, los cuales representaban la simbología de las distintas tribus aborígenes australianas. Este look se complementaba con unas muñequeras de lana elaboradas a mano y unas zapatillas completamente a juego con el resto del conjunto, destacando su compromiso con los detalles.
La escenografía estuvo perfectamente diseñada para potenciar su actuación, contando con una explosión de luces y colores cósmicos que llenaron las pantallas LED, los cubos suspendidos en el aire y el suelo del escenario, creando una atmósfera mágica y envolvente. Michael Ross, a su vez, se situó en los teclados, aportando un toque electrónico mientras estaba acompañado por dos talentosos coristas que ofrecieron armonías vocales, dando fuerza y dinamismo a la interpretación.
En la glamorosa "Alfombra Turquesa" durante la Welcome Party del evento, ambos integrantes de Electric Fields hicieron su entrada con gran estilo y elegancia. Michael Ross y Zaachariaha Fielding desfilaron juntos con atuendos que reflejaban perfectamente su característico estilo, lleno de creatividad y autenticidad, dejando una impresión imborrable en los asistentes.
Aunque no se han revelado muchos detalles específicos sobre el maquillaje que utilizaron Electric Fields durante su participación en Eurovisión 2024, queda claro que cada aspecto de su presentación fue planeado cuidadosamente para transmitir un poderoso mensaje de inclusión y diversidad. Este enfoque tan meticuloso no solo resaltó su identidad artística, sino también su profunda conexión con sus raíces culturales, algo que los hizo destacar y que quedó grabado en la memoria de todos los espectadores.
Mí opinión
Australia es un clisol multicultural y así lo viene siendo año tras año desde que comenzaron su andadura en el festival. Me gusta que traigan propuestas tan diferentes y dispares en sus actuaciones, ya que siempre logran sorprender con su versatilidad y creatividad. Es obvio que tienen altibajos en el festival, como cualquier otro participante, pero jamás me dejan indiferente. Siempre nos enseñan lo mejor y más variado tesoro a nivel cultural, y eso, sin lugar a dudas, es un twelffe points para mí. Ojalá todos los años nos demuestren que no solo están para actuar y dar una nota de color en el festival, sino también para marcar la diferencia y dejar una huella especial. Para mí, son uno de los países que tienen muchísimo más que ofrecer y un gran potencial por explotar. Espero de corazón que muy pronto se lleven el micrófono de cristal, porque realmente se lo merecen.
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